Características del café con proceso natural

Disfrutar de lo natural, es un placer que en la actualidad es difícil de encontrar y aunque han vuelto a tomar fuerza todos los procesos naturales en las diferentes industrias, sigue siendo algo exclusivo por ser procesos más delicados, de más cuidado y normalmente más costosos, esto sin importar el producto del cual queramos disfrutar. Pero no lo malinterpreten, en este caso descubriremos como es el café de proceso natural y en qué consiste, además de entender cómo ha influido este proceso en la calidad de nuestras tazas.

¿Cuál es el proceso natural en el café?

Este proceso es con el que inicia el café, es el primer proceso de secado y aún hoy en día es el método usado principalmente en zonas Etiopía y Brasil, donde no hay facilidad en accesos al agua. Para lograr un secado natural, se empieza con el secado de los cerezos de café enteros, ósea el fruto maduro y completamente rojo, sin quitarle la cáscara. Como sabemos, el cerezo de café está conformado por diferentes capas que protegen a la semilla y por lo general acostumbramos a pasar los cerezos por diferentes procesos para llegar hasta el grano que habitualmente vemos.

En el proceso natural se acostumbra extender todos los cerezos sobre una superficie plana, dependiendo de la finca y su tamaño productivo es el tamaño de esta plancha de secado, en algunas fincas las podemos encontrar en los mismos techos, con pequeñas adecuaciones para protegerlos de la lluvia. Los patios de secado son construidos ligeramente elevados del piso buscando una constante circulación del aire, todo esto para evitar la formación de hongos, moho o la pudrición del fruto. En estos espacios de secado los frutos del café pasan varias semanas al sol, sin que se les retire la piel ni el mucílago, constantemente se deben estar girando y rastrillando. Al momento que los cerezos alcanzan una humedad inferior al 11%, se puede retirar ya la capa exterior, la cual por el tiempo al sol ya se encuentra seca y quebradiza, la cual al ser extraída nos muestra nuestro grano de café en su interior.

Su proceso de tueste

Como ya hemos hablado en otros momentos, de acuerdo a los diferentes procesos aplicados al café, puede variar su sabor, por eso, en el caso del café de proceso natural, el tueste del mismo también debe tener algunas diferencias para resaltar más las características particulares del grano y sus procesos. Por lo general, los cafés que pasan por un proceso natural tienen a ser menos densos que los cafés lavados y en términos generales en el proceso de tostión se debe aplicar más calor para penetrar en la estructura del grano. Pero cuidado, más calor también significa un mayor control del proceso, estos granos por su proceso natural son altamente susceptibles a quemarse si el calor que se les añade es muy alto o el tiempo es mayor al indicado.

Pero a los consumidores de café lo que más nos importa es … El perfil en nuestra taza. El proceso natural claramente afecta bastante el perfil final de la taza, influye desde la acidez, el dulzor, el cuerpo, mejor dicho, tiene todo que ver con nuestro sabor en taza. Lo más común en estos procesos es encontrar un producto final con sabores inusuales y muy interesantes, pero con características de un cuerpo alto, mientras su acidez es baja, también podemos encontrar sabores exóticos y afrutados que se despiertan gracias al calor del sol. Por lo mismo, uno de los principales problemas que se puede tener con este proceso es la desigualdad de los sabores en la taza y entre secados, por lo que se realizan pruebas y degustaciones estrictas para garantizar su uniformidad. En este proceso natural los sabores frutales dependen mucho de la región en la cual es cultivado y de la variedad que se someta al proceso, pero las notas más usuales que se acostumbran a encontrar son tonos de sabor a arándano, fresa, frutas tropicales y algunos más dulces como la miel.

Este también se considera un proceso más ecológico, en el cual se genera mucho menos desecho que en otros procesos y una reducción significativa en consumo de agua en su producción comparado con otras técnicas como la del lavado.

Este proceso le agrega a nuestro café toda la naturalidad del sol, es un paso que ha cambiado la percepción de los amantes del café, lo que antes era visto como un proceso antiguo y poco práctico, hoy es un referente de una nueva experiencia en nuestra taza, el reflejo de la paciencia y la espera para obtener las mejores cualidades de los granos seleccionados para nuestro café, disfrutar de un café de proceso natural es experimentar una taza de especialidad que llenará de sorpresas nuestros paladares.