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Seguir comprandoPara la época de verano o de calores fuertes siempre se ha pensado en una posibilidad donde el café acompañe y refresque esos momentos de sudor, pero tenemos que anotar que todo café frío no significa la misma extracción ni el mismo efecto en el producto final que el consumidor adopta como refrescante o en otros casos doble shot de potencia con un energizante natural.
Últimamente es popular llamar cafés fríos a el equilibrio del shot del café en un vaso con hielo o inclusive haciendo frappeados, endulzarlos con alguna fruta o revirtiendo con crema chantilly, en la variación del café se busca el placer y desde que sus ingredientes estén bien balanceados es una opción divertida, deliciosa y diferente de explorar este mundo cafetero. La preparación de un café frío son innumerables pero la mejor recomendación es que pueda posar en un vaso de vidrio (en lo posible previamente frio), incluir primero el hielo y no llenar del todo el vaso de café, pues en un tiempo ese hielo se derretirá y conformará agua, la cual estará disuelta en nuestro café dejándolo un poco más aguado de lo normal. Otra solución es llevar el café a una jarra de vidrio y meterla en la nevera por unos minutos para que se enfríe y así no tener que incluir mucho hielo.
¿Y hacer café frío tiene secretos?Pues no tiene ningún secreto, como lo mencionábamos es esencial tener bien balanceado el shot de café, dejarlo reposar y servirlo como explicamos anteriormente, pero un buen truco es previamente hacer hielos de shot de café espresso, así al tenerlos en relación con nuestra preparación se compensará un poco y no quedará tan aguadado, mejor aún sin perder las notas de cafeína.
Teniendo presente lo que es un café frío podemos hablar del Cold Brew y según su definición se podría decir que es una infusión fría de café, teniendo cuidado con este término aludimos a la diferencia con el café frío, pues este último es una preparación que se ha dejado enfriar en cambio el Cold Brew es una extracción hecha en frío por un periodo de tiempo largo equivalente de 12 a 24 horas, otra diferencia radica en que la extracción caliente de café enfriada puede hacer que los ácidos queden amargos, mientras que en el proceso del Cold Brew tendremos la certeza de potenciarlos aún más esos sabores, ya que se asemeja a un reloj de arena, donde al principio tendrá hielo el cual al paso del tiempo debe derretirse lentamente, goteando al café previamente molido y a su vez gotea en una espiral de vidrio, la extracción queda en un jarra al final del proceso dejando como producto una bebida rica en cafeína, refrescante y comúnmente llamada como energizante natural.
Este no es un procedimiento nuevo, así esté de moda en los últimos años, su historia se remonta en algunos hechos desde los años 1.600 dónde en Japón consumen el KYOTO COFFE hasta nuestros días, exaltando los sabores del café, pero a la vez dándoles un toque artístico en su proceso de extracción dejando también un placer visual. Tiempo después en 1.800 se dice que fueron los legionarios franceses que consumían este tipo de bebidas como energizantes, para luego el químico Todd Simpson creó un fácil método para prepararlo debido a su extracción, permitía no caer tan pesado al estómago, ser más digerible, refrescante y potenciar sus sabores. Este método hasta hoy se ha preservado en la preparación del Cold Brew, al que hoy en sus preparaciones se le han añadido infinidad de ingredientes como leche, agua tónica, especias y cítricos como el limón.
Un buen Cold Brew requiere de dos ingredientes esenciales y básicos a la hora de su preparación: Agua y café, nada más, simplemente y delicioso. Eso sí, debemos de anotar que la calidad del producto tendrá consecuencia de sus ingredientes, debemos proporcionar un buen café, con una molienda no superior a un día, de calidad media o fina y sobre todo a mayor tiempo de contacto entre estos dos ingredientes, mayor es la disolución de compuestos sólidos, por ende, tendremos mayor compuesto de cafeína. Un proceso casero para su preparación podría ser con una prensa francesa o un filtro de tela de V60, introduciendo el café en el filtro, luego en un recipiente de vidrio y diluir con agua, dejarlo reposar en la nevera por 15 horas aproximadamente, retirar el filtro con el café y servir con hielo, en un vaso de vidrio o incluso sin hielo. Según los catadores expertos, si la infusión es con un café de calidad, no debe servirse ni con hielo ni añadir azúcares, ya que el mismo café debe dar intensidad en su sabor y reducción de amargor.
Un último punto a favor del Cold Brew a parte de los organolépticos ya expuestos, es su amabilidad con el medio ambiente, puesto que hoy se ha convertido en un problema sanitario las máquinas de café en cápsulas que podemos tener en el hogar, un recipiente de Cold Brew puede durar hasta una semana en la nevera sin perder su calidad. Una nueva forma de explorar el café en el esplendor del sabor y lo refrescante de una bebida.