Personalidades en el mundo del café

El café al ser una experiencia donde incluimos la mayoría de los sentidos, también entra a definir nuestros gustos e incluso nuestra personalidad por el momento y el tipo de café que se pide, intentemos hacer una evaluación de cómo es nuestra forma de ser y si se asemeja un poco al café que nos gusta tomar. Por ejemplo, el café americano es un café sencillo, simple pero contundente, podría estar asociado a personalidades más minimalistas a diferencia del espresso quien lleva la bandera de otras preparaciones por su liderazgo, se asocia a personalidades de carácter fuerte, trabajadores y muy enérgicos. Un café latte sería hacia una personalidad indecisa, ni blanco ni negro, pero que le gusta mediar, un cappuccino según estudios psicológicos se asemejaría a personas obsesivas, controladores por el carácter de que todo debe de estar en su medida y su punto perfecto, siempre hay tiempo para tomar un cappuccino y por último si tomas café instantáneo te podrían definir como una persona relajada, que no le gustan o se salta los procesos, no es nada detallista y no le gusta planear. Esto simplemente es una muestra de cómo podemos estar alineados a nuestros gustos por el café, obviamente no es una generalidad, pero sí podemos decir que construye mucho de nuestra esencia.

El café es el perfecto compinche para socializar y conocer a las personas, a través del tiempo y la historia se ha conocido la estrecha relación que ha marcado esta bebida en personajes conocidos por todos. Acá encontramos algunos de los más relevantes y su historia con el café.

Johann Sebastián Bach: Gran compositor alemán del periodo barroco, para muchos un gran maestro que cautivo al mundo, su relación con el café iba desde el amor a la obsesión, en su época esta bebida era considerada un vicio social a la que respondió escribiendo una opera corta en su nombre titulada la Cantata del café. Y expresa “¡Ah, el café!, ¡sabe tan dulce!, es más cautivador que mil besos, más suave que el moscatel. Café, café… es lo único que necesito. Si alguno quiere hacerme feliz que me ofrezca un café”.

Ludwing Van Beethoven: Compositor alemán quien hizo trascender la música del romanticismo con la novena sinfonía, un canto a la alegría. Justo eso era lo que le producía el café, obsesión y alegría mientras componía sus partituras, un dato curioso es que cada taza de café debía tener 60 granos de café a los que contaba el mismo.

Benjamín Franklin: Científico, inventor y político denominado como “El primer estadunidense” por ser uno de los padres fundadores. Uno de sus gustos más peculiares de la época era pasear por diferentes cafeterías en tertulia con sus allegados obviamente toando café, incluso siempre tenía guardado por si en algún momento faltaba no se quedará sin sus granos de café.

François-Marie Arouet, Voltaire escritor, historiador y filósofo francés, es quizás uno de los consumidores de café más importantes de la historia, debido a su alto número de consumo, entre 40 y 50 tazas de café al día diciendo que “el café es un veneno lento; hace cuarenta años que lo bebo”.

Teddy Roosevelt: Ex presidente de Estados Unidos de la época de la segunda guerra mundial, cuya bandera era la conservación de los espacios naturales, este personaje bebía un galón de café al día y solía tomárselo con altas dosis de azúcar.

Napoleón Bonaparte:prefiere sufrir a dejar de tomar café, razón por la cual afirman que se retraso la hora del ataque en la batalla de Waterloo, por haber pasado toda la noche bebiendo café.

Margaret Eleanor Atwood: escritora, crítica literaria y activista política canadiense, tiene su propia línea de café y según dicen su desayuno nunca podía estar completo si no hay café. Su vida y obra estuvo marcada por los primeros cafés que le abrieron sus puertas para dar a conocerse al mundo entero.

David Lynch: No hay nada más frustrante que estar deseando tomar un buen café y que te den uno malo”.

Sin importar sus largas y fundamentales hojas de vida, estos personajes y la experiencia del café han sido compañía e inspiración, una muestra más de cómo a través de la historia el café hace parte de nuestra cotidianidad, siempre ha estado presente para darle sabor hasta en los momentos más amargos. Y ahora podemos entrar a definir nuestra personalidad con una simple pregunta ¿Qué tipo de café quieres pedir?