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Seguir comprandoEl café ha pasado a formar parte de la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo. Un término excepcional con el que quizá se haya topado es "café microlote". Entonces, ¿qué es exactamente el café microlote y por qué se ha ganado la reputación de ser una experiencia cafetera exquisita y única? En este artículo nos adentraremos en el mundo del café microlote, sus orígenes, el proceso de elaboración y su impacto en la industria cafetera.
Los cafés de microlotes son pequeños lotes de selecciones de café de la más alta calidad y suelen tener sabores y notas de cata únicos. Los microlotes se cultivan en una parcela específica y dedicada. Las cerezas se cosechan juntas y se mantienen separadas de otros cafés que crecen en la misma finca. Esta atención especial permite una trazabilidad y transparencia totales en el proceso, lo que produce un café especial muy sostenible, de pequeña producción y con notas de cata excepcionales.
El café producido en cada parcela puede variar en función de múltiples factores, como la altitud de la parcela, el número de árboles de sombra o la diferencia de varietales de café. Nuestros agricultores experimentan plantando nuevas variedades a distintas altitudes y con distinta exposición al sol, y aplicando métodos creativos de procesamiento para obtener nuevas ofertas de café. Este método da lugar a nuevos sabores de café que difieren de los demás perfiles producidos en nuestras fincas.
Selección: El proceso del café microlote comienza con la identificación de la ubicación perfecta con las condiciones de cultivo ideales. La selección incluye factores como la altitud, el tipo de suelo, la sombra y la vegetación circundante. Estas variables desempeñan un papel fundamental a la hora de influir en el sabor y la calidad de los granos de café.
Cultivo: Los agricultores cultivan el café de microlotes con un cuidado meticuloso, siguiendo normas estrictas y prestando atención a cada detalle. Suelen utilizar prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, como fertilizantes orgánicos y métodos de control de plagas.
Recolección: Los granos se recogen a mano cuando alcanzan su punto óptimo de maduración, lo que garantiza que sólo se eligen los mejores granos para la producción de microlotes. Este proceso manual garantiza que las judías no sufran daños durante la recolección.
Procesado: Las técnicas de procesado desempeñan un papel crucial a la hora de determinar el sabor y la calidad finales del café microlote. Los agricultores eligen entre los métodos de procesamiento natural, lavado o con miel, que eliminan las capas externas del fruto del café para revelar la semilla o el grano que se oculta en su interior.
Selección y clasificación: Las normas de clasificación del café de microlotes son más estrictas que las del café en grano normal. Los granos se clasifican por tamaño, color y densidad, lo que garantiza que sólo los granos más finos lleguen al lote final.
Tostado: Debido a su excepcional calidad, el café microlote requiere una mayor atención al detalle durante el tueste. Los tostadores suelen experimentar con distintos niveles de tueste para resaltar los perfiles de sabor únicos que esconden los granos.
Catación y control de calidad: Para garantizar aún más la calidad, el café microlote se somete a un proceso de cata. En él participan catadores expertos que evalúan cada lote en función de su sabor, aroma, acidez, cuerpo y otras características únicas.
Diversos actores del negocio del café, incluidos los agricultores, las cooperativas/centros de transformación, los exportadores/importadores, los comerciantes/tostadores de café, etc., utilizan el término microlote de diferentes maneras y se refieren a cosas distintas.
El café microlote representa el epítome de la calidad, la artesanía y la dedicación a la producción de granos de café excepcionales. Este tipo único y limitado de café permite a los consumidores experimentar y saborear sabores, aromas y texturas que no pueden encontrarse en el café ordinario. A medida que el café de microlotes va ganando popularidad, empuja a la industria cafetera a innovar y buscar la excelencia, beneficiando a todos los implicados en el proceso, desde los agricultores hasta los amantes del café.