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Seguir comprandoSabes que una de las bebidas más consumidas es el café. Tenías conocimiento que según estudios se consumen más diez mil millones de café alrededor del mundo. Si juntamos los restos o posos de todo este café, se formaría una montaña grandísima. Cuando se prepara café con las formas tradicionales como ocurre en la mayoría de nuestros hogares se genera gran cantidad de deshechos que van a la basura y no nos damos cuenta que estos restos de café se pueden aprovechar de diferentes maneras de las cuales te voy a compartir 18 formas aunque pueden haber más.
Evitan y eliminan los malos olores. El olor desagradable que producen los restos de comida en la nevera e incluso en la cesta de basura, se acaban si colocas los posos del café en un recipiente en el interior de la nevera con algunas rodajas de limón. Esta mezcla se convierte en un ambientador natural muy agradable. También los restos del café eliminan el olor a tabaco o cigarrillo, colocando éstos, en varios recipientes alrededor de la casa.
Si mezclas los restos de café con aceite de oliva y sal, te dará como resultado una crema exfoliante la cual con toda confianza te la puedes aplicar en la zona afectada obrándote también como una crema anticelulítica, ya que está comprobado que la cafeína acelera el metabolismo.
Los posos del café tienen nutrientes que ayudan al crecimiento de las plantas. Riega éstos, sobre el suelo de la planta y obrarán como un fertilizante y también como repelente de plagas e insectos.
Si dejas enfriar una taza con restos de café, la puedes utilizar para dar color y brillo a tu cabello. Después de lavarlo, viertes el recipiente sobre él, y dejas actuar durante 20 minutos, y luego lo aclaras con agua tibia.
Después de bañar tu perro, frota café húmedo sobre su pelaje y enjuaga. Los posos del café por su olor y acidez eliminan pulgas, garrapatas y el mal olor en tu mascota. También alejarán de tu casa hormigas y moscas colocando restos de café en los alrededores.
Calientas los posos de café en dos litros de agua y añades un zumo de limón. Luego los cuelas y viertes el agua caliente por el desagüe, solucionando así el mal olor de las tuberías.
Envueltos en un trozo de tela de forma filtrada, los restos del café los introduces dentro de las botas o zapatos por un espacio de 24 horas y acabarán con el mal olor que producen estos por su largo y continuo uso.
Riega los restos de café sobre el polvo y la ceniza y ya puedes limpiar.
Los posos o restos del café sirven para teñir telas o crear acuarelas de color café o claro. Se calientan los restos del café, se lleva el agua a ebullición y se introduce la tela a teñir. Entre más tiempo se deje la tela en remojo será mejor la calidad del color. Por último enjuagas y planchas. También puedes utilizar los posos para pintar. Llena una media taza con los restos del café y la pones a hervir hasta que la mezcla quede elástica y densa. Coges un pincel y una hoja, y a pintar.
Colocas los posos del café sobre papel periódico y frota con ellos la parrilla. Los restos eliminaran la grasa y las cenizas. Después limpias con una esponja con jabón y listo.
Con los restos del café puedes hacer un excelente marinado para las carnes. Los mezclas con pimienta, azúcar y sal. Después embadurnas la carne con un poquito de aceite de oliva y cúbrela con el marinado dejándolo unas horas en reposo para que puedas cocinarlo a tu gusto.
Coges un puñado de café usado y lo frotas por toda la mano que huele a cebolla y otros aliños en general. Te enjuagas con agua tibia y desaparecen estos olores.
Esparces una mezcla de café con cáscara de naranja y de limón. Así proteges el jardín, pues este olor a los gatos no les gusta.
Mezcla los restos del café con un poco de jabón y tendrás un excelente limpiador de platos y superficies.
Los granos de café rancio los puedes utilizar como relleno en floreros decorando y creando buen ambiente.
Si añades los restos de café a las tortas y a los postres de chocolate, éstos le darán un buen toque y sabor.
Haz un café con los posos y pásalo con un trapo sobre la madera barnizada. A la vez saca brillo y recoge el polvo. Con los restos o posos del café también puedes hacer una pasta para rellenar pequeños daños en la madera.
Frotas los posos del café suavemente por el cuerpo cuando te duches y tu piel quedará doradita.
Ahora que ya conoces la variedad de utilidades que tienen los restos o posos del café, ya no volverás a tirarlos a la basura, sino que vas a disfrutar de todas estas cualidades que tienen y de hoy en adelante pondrás en práctica todos estas ayudas como siempre disfrutando de una deliciosa y exquisita taza de café.