Café de origen vs tipo blend ¿Cuál escoger?

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Conocer un poco más sobre el café, sus variedades y sus procesos, nos han ayudado a aprender a diferenciar los atributos que más nos llaman la atención en nuestra taza y así seleccionar nuestro café, también debemos tener en cuenta que a la hora de seleccionar nuestro café viviremos diferentes experiencias y es por eso que hoy vamos a hablar de 2 clases de café muy comunes en nuestras tazas, los cafés origen y los cafés blend.

Iniciemos hablando de los cafés origen

Pero para eso debemos entender qué es un café de origen. Cuando un café proviene de un único productor original, sea una finca, una región en específico o hasta un país completo en concreto y en contadas ocasiones hasta algo tan controlado como una zona específica dentro de un cultivo de una hacienda, se denomina café de origen y por medio de esta diferenciación es que podemos conocer y distinguir las altitudes y los suelos en los que fue cultivado cada café. Por este tipo de denominación es que podemos encontrar la variedad Colombia, como una variedad de país y otras más específicas como la variedad Nariño o Tolima.

En conclusión, y como hemos hablado en otros momentos, la altura del cultivo, las temperaturas a las que se exponen los granos, el suelo donde se cultivan y la sombra que reciben, le agregan característica específicas al grano, estás son las que se cuidan y se buscan resaltar al identificar el origen de los granos que van a nuestra taza.

Cafés Blend

El mundo del café y el del vino siempre han tenido muchas cosas en común, hasta procesos similares en algunos casos y como existen los vinos blend, existe el café blend. ¿Pero qué significa blend? Es tan sencillo como la simple traducción de la palabra mezcla. Como es el caso de los vinos, donde un blend es la mezcla de diferentes tipos de uvas, en el caso de nuestro amado café es la mezcla de granos de diferentes orígenes.

Y como en la música, no hay unas reglas definidas a la hora de generar una mezcla, lo importante es tener claro el objetivo y encontrar los elementos indicados para combinarlos. Al tener claro el propósito de nuestro café y las características que buscamos obtener, es cuando escogemos los tipos de granos o los diferentes orígenes para formar el blend que buscamos. Igual hay que tener claro que como en la buena música, hay que saber encontrar las combinaciones correctas para que conecten los parámetros y estándares de la mezcla, buscando tener un control adecuado del producto resultante.

Existen muchos tipos de blend, como ya lo hablamos la mezcla propuesta depende en su mayoría de la característica que se busque resaltar, estas son algunas mezclas que se realizan en el mundo buscando resaltar unos de los principales atributos del café.

Café ácido 50% Kenya, 25% Costa Rica, 25% Guatemala

Café dulzón 70% Brasil, 20% México, 10% Colombia

Café afrutado 40% Colombia, 20% México, 20% Costa Rica, 20% Moka

Café aromático 40% Costa Rica, 30% Guatemala, 20% Moka, 10% Colombia

Café con Cuerpo 60% Camerún, 20% Guatemala, 20% Brasil

Es muy común la combinación entre variedades para compensarlas entre sí o darle calidad a un café de una variedad no tan buena, como es el caso de la mezcla entre robusta y arábica, una variedad que por lo general se considera un café más económico y de una producción de menor costo, con una variedad de alta calidad como es la arábica. Por otro lado, también podemos encontrar mezclas dentro de la misma variedad de café, la más habitual es la mezcla entre arábicos, esto se hace con el objetivo de brindar una mayor calidad y de resaltar más las características de la variedad.

¿Cuál escogerías?

Aunque la elección podría parecer fácil, no lo es. Realmente los cafés blend, se hacen pensando en una taza en específico, buscando perfiles y características ideales, claramente al gusto del productor, pero siempre pensando en el consumidor final. Además, partiendo de que la calidad de los granos seleccionados para que la mezcla sea balanceada, es decir, que los granos escogidos todos sean de buena calidad y un nivel similar entre las variedades a mezclar, podemos esperar una mezcla muy interesante que nos genere nuevos sabores o resalte los que más nos gusta. Un punto a favor más para el blend es que en preparaciones como el expresso son usados con frecuencias con mezclas de robusta y arábica, buscando resaltar cuerpo y acidez.

Por otro lado, está el café de origen, que suele ser un café de más calidad, en el cual encontramos las características propias de café grano según su región y los atributos que esta le agregan a nuestra taza y aunque no es una combinación creada para mejorar nuestra taza, el grano por sí mismo ya tiene los atributos suficientes para darnos una gran experiencia.

Realmente esta es una decisión difícil, pero lo importante como siempre es disfrutar de una buena taza y descubrir siempre nuevos sabores, por lo que la invitación es a descubrir las experiencias que estos dos tipos de cafés nos entregan y encontrar lo mejor de cada una.