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Seguir comprandoEl café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, no solo por ser el elixir que nos da energía para todo el día, sino por el despliegue cultural que en los últimos tiempos ha desencadenado frente a los métodos de preparación, la variedad de estilos y sus múltiples acompañantes, pero ¿qué sabemos de su origen?, ¿cómo es la planta del café?, ¿cuál es su mantenimiento?
Pues bien, el Cafeto o Coffea es un arbusto proveniente de Etiopia y del sur de Asia, perteneciente a la familia de plantas rubiáceas, con la particularidad de que puede albergar flores, semillas verdes y maduras de manera simultánea. Para su desarrollo es indispensable plantarse en climas tropicales; calurosos y con abundante agua, con una temperatura del ambiente comprendida entre los 15 y los 29 grados centígrados, en el momento de su maduración pueden estar alcanzando una altura de 10 a 15 metros de manera silvestre, pero en los cultivos se podan para quedar de 2 a 4 metros y así facilitar la recolección del fruto. Dependiendo de las condiciones de crecimiento y mantenimiento, el período de uso es de 20 a 30 años. Un clima húmedo y seco alternado es ideal. Las temperaturas por debajo del punto de congelación destruyen los cafetos. La altura tropical favorece el aroma y la acidez, ya que allí el café crece y madura más lentamente.
Las raíces de esta planta son supremamente importantes porque son las encargadas de dar un buen soporte y estabilidad al arbusto y proveer del suelo los nutrientes y el agua necesarios para su desarrollo y para que su raíz principal pueda crecer verticalmente en una profundidad de 50 centímetros al suelo. Sus hojas son verdes todo el año y son las responsables de la fotosíntesis y la respiración, por tanto, es indispensable que sean abundantes y sanas aplicando fertilizantes, control de malezas y regulación de la luz para aumentar su producción. Uno de sus grandes enemigos es el viento, pues provoca caída excesiva de estas hojas.
Hasta ahí todo va muy normal, como cualquier otra planta, la diferencia del Cafeto con los demás radica en sus flores de color blanco o rosa con un olor peculiar similar al jazmín, quienes son el órgano reproductor de la planta para formar el mágico fruto, quien comúnmente conocemos como la semilla de Café. Su fecundación es muy importante en el proceso de cultivo, ya que determina la especie del café, por ejemplo, las hermafroditas como la arábica se da una auto fertilización, a diferencia de la robusta, donde es necesario la intervención de insectos para su polinización, (son las dos especies más producidas en el mundo cerca de un 80% de la producción total). Es necesario su cuidado, el caficultor debe realizar oportunamente los registros de floración del cafetal para conocer y determinar aspectos como la distribución de la cosecha, manejo de plagas y enfermedades que puedan afectar la calidad de la cosecha, la cual puede estar dando frutos a los dos años y teniendo una mayor optimización del fruto entre los 4 a 5 años de estar sembrado. En territorios como Colombia, el clima implica que el arbusto de café florezca dos veces al año, lo que lleva a dos posibles cosechas anuales.
El fruto del Cafeto es parecido a una pequeña cereza, llamado también Drupa y aparece de 6 a 8 semanas después de la fecundación, al principio su piel o epicarpio son de color verde como las hojas y a medida que van madurando se vuelven rojo. Los granos de café se encuentran al interior del fruto separado por un surco, recubiertos por una piel de color amarillo y protegidos por una película plateada.
Las plantas por sí solas no llegan a su mayor calidad, debemos ayudarles con diferentes nutrientes encaminados a una mejor producción del fruto, por lo que el cafeto tiene un alto consumo de carbono, hidrogeno y oxígeno que se obtienen del agua y la atmosfera, mientras que el nitrógeno y potasio se logran del suelo sobre todo en su edad madura después de los tres años. Debido a que generalmente el café se suele cultivar en terrenos inclinados y de alta precipitación de lluvias, se debe aportar en una menor media, pero para satisfacer su crecimiento la aplicación de manganeso, boro, zinc, cobre y hierro.
De aquí es donde se origina el café, basta únicamente unos minutos de una preparación para deleitarnos con años de un proceso de sembrado, un crecimiento pausado en medio de la formación de esa semilla en climas tropicales donde el calor y la lluvia convergen para obtener una cosecha meticulosa y finalmente un proceso de elaboración, donde solo lo mejor llega al consumidor. No hay más secretos, de ahí viene la magia del café.