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Seguir comprandoEnclavada en las raíces de la vibrante tradición napolitana, la cuccuma se erige como un emblema del ritual diario del café. Más que una simple cafetera, la cuccuma es un testamento de la pasión napolitana por esta bebida aromática.
Este artículo nos sumergirá en la esencia misma de la cuccuma, explorando su diseño característico, su papel en la preparación del café y su perdurable influencia en la cultura del café en Nápoles.
La cuccuma, una reinvención notable de la cafetera de ornilla, tiene sus raíces en una innovación que tuvo lugar durante el siglo XIX en Francia. Su origen se atribuye a Jean Baptiste de Belloy, arzobispo de París en aquella época, quien buscaba una manera única de extraer los ricos sabores de los granos de café.
Esta reinvención, que más tarde se convertiría en la cuccuma, representa una fusión intrigante de la ingeniería francesa y la tradición napolitana. Desde sus modestos inicios como una olla de cocina mejorada, la cuccuma evolucionó con el tiempo para convertirse en un símbolo arraigado en la vida cotidiana napolitana, preservando la autenticidad de la preparación del café a través de las generaciones.
Su conexión con la Francia del siglo XIX agrega una capa adicional de historia a esta icónica cafetera, demostrando cómo la innovación puede viajar a través de las fronteras y transformarse en un elemento central de una cultura diferente.
La cuccuma, conocida también como cafetera napolitana, despliega un diseño singular y funcional que ha dejado una marca significativa en la historia del café. La cuccuma se destacaba por su facilidad de uso y su accesibilidad económica, convirtiéndola en una elección popular en su época.
En contraste con la cafetera de goteo francesa, la cuccuma napolitana se distingue por su diseño único, que incluye una boquilla en forma de cuerno. Curiosamente, la tradición considera que esta boquilla puede romperse, ya sea de forma accidental o intencionada, y se interpreta como un signo de buena suerte.
A lo largo de su evolución, la cuccuma ha experimentado cambios en los materiales de fabricación. Inicialmente, se producía en cobre, pero a finales del siglo XIX, el aluminio se convirtió en la elección predominante debido a su menor costo y facilidad de fabricación. En tiempos más recientes, ha habido un retorno al cobre, y también han surgido cuccumas de acero, proporcionando opciones variadas para los amantes del café.
La cafetera napolitana consta de diversas partes, cada una desempeñando un papel crucial en su funcionamiento. El tanque o caldera (caldaietta), ubicado en la sección inferior, presenta un asa de madera acoplada para facilitar su manejo. Un recipiente cilíndrico con un microfiltro perforado se inserta en la sección inferior, asegurando una preparación precisa del café. La parte superior completa el conjunto con la boquilla y la tapa, añadiendo una capa estética al diseño funcional que ha perdurado en la tradición del café italiano. La cuccuma napolitana no es solo una cafetera; es una expresión de la artesanía que fusiona historia, diseño y funcionalidad en cada taza de café que ofrece.
El proceso de la cafetera napolitana se aparta significativamente de la moca clásica, requiriendo una inversión de tiempo mayor y, en consecuencia, ha experimentado un declive parcial en su popularidad. La secuencia de pasos implica desmontar la cafetera en sus diversas piezas para llevar a cabo la preparación:
Comenzamos llenando la tetera, la sección sin caño, con agua hasta alcanzar aproximadamente 1,5 cm del borde.
A continuación, insertamos el portafiltros y lo llenamos con el café de nuestra elección.
Procedemos a cerrar firmemente la parte superior del filtro sobre el portafiltros.
Montamos el tanque de café y colocamos la cafetera en la fuente de calor.
Una vez que el vapor comienza a salir del caño, apagamos la estufa y invertimos la máquina durante unos dos minutos. Este paso permite que el agua extraiga el café, que luego se depositará en el tanque correspondiente. Este proceso, aunque más extenso, garantiza una extracción óptima y una experiencia única de café napolitano.
La cuccuma ha dejado una marca indeleble en la cultura del café en Nápoles, satisfaciendo no solo el deseo de café de los napolitanos, sino también integrándose en su vida social y cotidiana. Desde los animados cafés históricos hasta los hogares modernos, la cuccuma sigue siendo un elemento central en la experiencia napolitana del café, conectando el pasado y el presente en cada taza servida.
Su impacto va más allá de lo funcional; es un símbolo de identidad cultural que ha resistido la prueba del tiempo, uniendo a las comunidades en torno a la pasión compartida por el café y la conexión con sus raíces.
No hay duda de que la cuccuma va más allá de ser simplemente una cafetera; es un testamento de la devoción napolitana al café y un enlace atemporal con su rica historia. Al explorar la cuccuma, nos sumergimos en una tradición que ha trascendido generaciones, celebrando la esencia misma de Nápoles en cada taza.