5 maneras de practicar la atención plena

La atención plena o mindfulness es una disciplina que busca aquietar los pensamientos, centrar la atención en el presente, para vivir nuestra experiencia personal conscientemente, es decir teniendo la capacidad de identificar nuestras reacciones emocionales y físicas ante las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos.

Practicar mindfulness es como llevar a tu cerebro al gimnasio todos los días. Esta rutina puede mejorar tu concentración, potenciar el autoconocimiento, reducir la actividad de la amígdala que es donde reside el estrés, la ira, el miedo y activar el funcionamiento de la corteza prefrontal, la cuál está relacionada con la empatía y la toma de decisiones.

Para desarrollar la atención plena no necesitas solo sentarte a meditar, hay muchos ejercicios cotidianos que te ayudarán a potenciar este estado. Te dejamos algunos:

1. Preparar café

Hacer tu café puede convertirse en un efectivo ritual de atención plena. Fíjate en cada detalle, las texturas, colores y olores, mira cómo hierve el agua, cómo sube el café en la taza, vive cada paso con el tiempo necesario que requiera para su correcta preparación. Disfruta de cada sorbo.

2. Caminar lento

Bajar la velocidad, es un gran ejercicio que pocos hacemos conscientemente. Usualmente vamos corriendo a todos lados, pero una de las prácticas de atención plena más útiles es, simplemente, hacer lo contrario. Presta atención a cada paso que das y al ritmo de tu respiración mientras lo haces, mira los cambios de la luz, siente la brisa, el clima, recorre los espacios atento a todo lo que puedas observar.

3. Ser agradecido

Mira a una persona o una situación concreta de tu vida, agradece su presencia, mira más allá de lo que lo harías en un momento cualquiera, piensa en cómo esa eso o esa persona aporta a tu camino de aprendizaje. Si puedes comparte con él o ella tus sentimientos de gratitud.

4. Contar hasta diez

Cierra los ojos o enfoca tu mirada en un solo punto, cuenta lentamente hasta diez. Si ves que pierdes la concentración o aparecen pensamientos como “debo ir a comprar esto ” o “no he llamado a”, no te castigues, trata de apartar esos pensamientos y vuelve a empezar, hasta que logres llegar al final de la cuenta. Repite varias veces al día.

5. Limpia tus espacios

Hacer una limpieza física y emocional de tu casa y los espacios que más utilizas, como la oficina o el casillero del gimnasio, te ayudarán a dejar ir cosas que ya no utilizas. Céntrate en cada paso de la limpieza con atención plena. Así como organizas los espacios físicos irás organizando tu mente, tus ideas y pensamientos.

Según Andrés Martín Asuero, fundador de Esmindfulness y escritor, hay una zona óptima en tu cerebro, donde se despliega la mejor versión de uno mismo, donde escuchas mejor, te relacionas mejor, tomas las mejores decisiones. Te invitamos a que encuentres tu “zona” y trates de visitarla en varios momentos del día con estas actividades simples y cotidianas.